En un vuelo madrugador comenzaba nuestra escapada a Venecia y el roadtrip a Eslovenia y Croacia.
A las 06:50 salía nuestro vuelo desde Barcelona para Venecia, y con los ojos pegados como lapas haya que embarcamos.
Quién mejor parecía que lo llevaba era nuestra hija, apenas se despertó y se volvía a dormir...y una pensando que lo iba a llevar fatal y resulta que son los papis quien lo llevan peor 💤
La verdad que hasta nos asombro con su buen humor.
Venecia nos recibió con un bochorno asombroso y con el aeropuerto de Venecia en obras. Tras recoger las maletas lo primero que hicimos fue irnos al mostrador de Venezia Unica para comprar la tarjeta transporte de 48 horas sin activar, ya que la usaríamos en la vuelta de Eslovenia.
Tras eso y después de dar 25731 vueltas para encontrar el mostrador para recoger el coche, por fin encontramos la sucursal de Noleggiare y tras el papeleo nos llevamos el coche rumbo a nuestro alojamiento para dejar el coche allí e irnos en bus a Venecia.
Llegamos al camping, dejamos el coche y nuestra sorpresa que no se podía hacer el check in hasta las 14 de la tarde. No problem, podíamos dejar las maletas allí mismo....
Pero...se nos torcieron los planes al ver la piscina. Salma como loca para meterse allí y con el calufón que estaba haciendo nos convenció rápido. Total el viaje es para disfrutar todos y ella no iba a ser menos.
Así que decidimos quedarnos hasta la hora de comer allí disfrutando de su piscina, comer algo en el restaurante del camping que no recomiendo para nada por malo y caro, hacer el check in y luego irnos a Venecia.
Piscina del camping Village |
Tras pasar un rato divertido en la piscina y demás. Nos fuimos dirección a Venecia con el bus nº 6 que nos deja en menos de 15 minutos en la famosa Piazzale de Roma.
Desde allí y a pocos metros se puede divisar el Gran Canal, que ganas tenía de verlo. Así que nos fuimos hacía el Gran Canal, que maravilla a la vista, la primera impresión totalmente impactante; y eso que fue en la zona del famoso puente de Calatrava o propiamente llamado puente de la Constitución.
La verdad que no me extraña que tuviera un aluvión de criticas, entre el presupuesto que gastaron y que no pega nada con el ambiente, pues su mala fama se quedó.
El puente en si es bonito, pero no para una ciudad como Venecia.
Y desde allí nos hicimos infinidad de fotos.
Desde allí y a pocos metros se puede divisar el Gran Canal, que ganas tenía de verlo. Así que nos fuimos hacía el Gran Canal, que maravilla a la vista, la primera impresión totalmente impactante; y eso que fue en la zona del famoso puente de Calatrava o propiamente llamado puente de la Constitución.
La verdad que no me extraña que tuviera un aluvión de criticas, entre el presupuesto que gastaron y que no pega nada con el ambiente, pues su mala fama se quedó.
El puente en si es bonito, pero no para una ciudad como Venecia.
Y desde allí nos hicimos infinidad de fotos.
Vistas al Gran canal desde el puente de Calatrava |
Puente de Calatrava |
La verdad que la primera vez que uno ve el Gran Canal, es una imagen que no se borra, con su ajetreada vida, sus palacetes de colores pastel a ambos lados del canal, el gran tráfico marítimo. Algo que impresiona muchísimo.
Caminamos un rato por la vera del Gran Canal, sorteando puestos de souvenirs y cientos de turistas disfrutando del ambiente hasta casi llegar al 2º puente que lo atraviesa, el Ponte degli Scalzi que une esta zona con la estación ferroviaria.
Antes de llegar al puente nos metimos por una bocacalle y empezamos a callejear por las calles del barrio de Santa Croce. En principio queríamos ir hasta la Chiesa di San Giacomo dell' Orio...pero es imposible con un mapa, así que decidimos dejar nuestro mapa de la lonely y comenzamos a caminar sin rumbo fijo, entrando y saliendo por diferentes calles, cruzando pequeños puentes, adentrándonos en calles sin salida con final en pequeños canales, descubriendo a cada paso infinidad de puentes con sus canales que le daban un aire especial al ser tan chinijos, pasando por calles estrechísimas en las que apenas cabía el carro, y por supuesto subiendo y bajando escaleras con el carro... sin duda lo mejor es portear, pero hacía tanto calor que preferimos llevar el carrito de Salma, aunque la ciudad no esta para esto.
Pequeños canales de Venecia |
Subiendo escaleras para atravesar los puentes |
Pequeños canales donde solo pasan las góndolas |
Recorriendo estrechísimas calles |
Sin duda, tal como dicen muchos, lo mejor de Venecia es perderse sin rumbo como hicimos nosotros, sin punto fijo a donde ir, simplemente dejándonos llevar según nos gustara a medida que íbamos adentrándonos en el barrio.
Entre paseo y subida de escaleras, no podía faltar nuestro primer helado del día que a Salma tanto le gusta.
Seguíamos sin rumbo hasta adentrarnos en el barrio de San Polo llegando al campo dei Frari (la verdad que viendo el mapa, tuvimos que dar mucha vuelta porque estuvimos un buen rato caminando hasta llegar allí).
Y ya que estábamos por aquí entramos para ver la Basilica dei Frari con su campanile que como curiosidad es el 2º más alto de Venecia. Al parecer también la iglesia es la 2ª más grande de la ciudad.
Campanile dei Frari |
Entramos dentro para ver las maravillas que hizo Tiziano como el famoso retablo de la Assunta.
La verdad que dentro me pareció algo tétrico, una iglesia bastante oscura, donde la luz apenas entraba.
Una de las leyendas de esta iglesia dicen que las estrictas normas de cuarentena debido a la peste que asolo la ciudad, llegaron a suspenderse al morir Tiziano de la peste, al cual, en vez de incinerarlo tal como se hacía con todas las personas que contraían la enfermedad; lo enterraron en esta iglesia, dejando a sus casi 90 años un gran legado artístico por toda la ciudad.
Tras esto nos acercamos a la cercana Scuola Grande Di San Roco para ver la "capilla sixtina veneciana" con sus 50 famosos Tintorettos. Pero aquí nuestro primer chasco del día. Resulta que estaba cerrada por la visita en breve de alguien importante. Que pena, me quede con ganas de verla, ya que sus fotos por Internet son increíbles. Otra vez sera.
Así que nos tuvimos con conformar con admirar la fachada desde fuera.
Aprovechando que estábamos por la zona, decidimos entrar a la contigua Iglesia de San Roco donde su interior nos pareció mucho más bonito y menos cargado que la del I Frari con obras también de Tintoretto.
Interior de la Iglesia de San Roco |
Seguimos paseando por el barrio, también al igual que el anterior bastante bucólico y sin apenas gente, callejeando y fijándonos en los pequeños detalles a cada paso, sus construcciones bastante deterioradas pero que le dan un toque especial.
Zonas del barrio de San Polo con sus casas desgastadas |
En Venecia hay que fijarse en los pequeños detalles |
Ponte delle Tette |
Vistas desde el Ponte delle Tette |
Nos encontramos a una pareja de españoles con dos carritos...madre mía que barbaridad, si nosotros con uno acabamos un poco hartos, no me imagino ellos.
Los vimos, nos miramos con cara de complicidad y mantuvimos una pequeña charla sobre el tema....cosas de padres jejej👶
Seguimos callejeando en dirección hacia el famoso Mercado de Rialto y nos encontramos una calle con un nombre muy peculiar.
Curioso nombre para una calle |
Llegamos al campo di San Giacomo di Rialto, una enorme plaza en la cual destacaba el famoso reloj de la iglesia de San Giacomo di Rialto cerrada ya por la hora que era (cierra a las 17). Al parecer es la iglesia más antigua de Venecia, conocida también porque fue el único edificio que no sufrió daño en el famoso incendio que destrozo toda la zona en 1514.
Iglesia di San Giacomo di Rialto |
Il Globbo |
Nos dirigimos hacía el puente de Rialto, aquí ya se notaba que era una zona con muchísimo más turistas. Al llegar al puente vimos que estaba en obras, una lastima.
Así que nos dispusimos a subir y bajar el puente sorteando la multitud de turistas con el carrito....toda una azaña😏.
Este es el 3º puente que cruza el Gran Canal y el más famoso. Es el más antiguo de los que cruzan el canal y además hubo una poca que era el único para ello.
Las vistas desde arriba del puente son preciosas, con sus palacetes, sus góndolas, la vida que hay en esta autopista marítima donde todo tipo de barcos toman su máximo apogeo...
Tras pasar el puente fuimos por la otra vera del canal para ir hacía Riva del Carbón, desde donde decían que había buenas vistas hacia el puente.
Puente de Rialto |
Tras estar un buen rato en la zona nos metimos a callejear por el Barrio de San Marco buscando un palacio muy peculiar y que nos costo un poco encontrar ya que no esta indicado por ningún lado.
Tras varias vueltas llegamos a la plaza de Manin...eso significaba que estábamos cerca.
Campo Manin |
Palazzo Contarini da Bovolo |
El Palazzo Contarini Da Bovolo es un palacio muy curioso por su escalera de caracol que se puede vislumbrar desde el exterior. Al parecer según elrincondesele se puede subir arriba, donde las vistas a la ciudad son una maravilla, y lo mejor...apenas sin gente.
Una autentica pena llegar tarde y verlo cerrado, aunque me hizo mucha ilusión perderme entre sus calles para verlo por fin.
Para los que se acerquen por allí y quiera ver sus maravillosas vistas su horario es de 10:00-13:30 y de 14:00-18:00 horas diariamente.Desde allí nos dirigimos para ver la Chiesa di Santo Stefano, de la cual lo que más destaca es su campanario algo inclinado, el cual ya se veía a lo lejos.
Chiesa di Santo Stefano |
Así que seguimos callejeando hacia el último de los puentes sobre el Gran Canal y...como siempre el callejear sin sentido hace que te encuentres cosas simpáticas.
Un ejemplo de ello son las diferentes señales de "tráfico" sobre los pequeños canales.
Señales de tráfico sobre los pequeños canales de Venecia |
Así como muchas figuras del famoso LEÓN VENECIANO.
En un recorrido por esta ciudad resulta llamativo fijarse en estas dos cosas, tanto las señales como los leones abundan por todos lados y son una de las tantas curiosidades de esta ciudad sobre el agua.
León Veneciano |
Llegamos al puente de La Academia, el último de los puentes del Gran Canal con una construcción en madera y...otra vez escaleras para arriba y para abajo. No sin antes detenernos en lo alto del puente, haciéndonos hueco entre los 35285 turistas para ver una de las más bellas estampas de la ciudad.
Panorámica desde el puente de la Academia |
Se podía ver desde allí la famosa Basilica di Santa Maria della Salute.
Otra de las mejores vistas desde el puente de la Academia |
Desde allí pudimos contemplar el exterior del que dicen que es el museo más famoso de Venecia, la Galería de la Academia repartido en tres edificios.
Luego seguimos subiendo sorteando pequeños puentes y canales hasta el famoso campo de Santa Margherita, una plaza con mucho ambiente por estar rodeada de edificios de la Universidad, lleno de terrazas y bares en donde esta una de las mejores sitios famosos en los foros para comer pizza, Pizza al Volo. La verdad que estaba lleno de gente, pero nosotros no teníamos mucha hambre, entre el calor y el cansancio acumulado, lo que más nos apetecía era llegar para una cena ligera y a dormir.
Así que continuamos subiendo pasando por el famoso Ponte dei Pugni, famoso por los enfrentamientos que sobre él tenían las famosas bandas rivales entre los Nicolotti y los Castellani.
De hecho, tienen marcada las huellas en donde debían de empezar cada uno de los contrincantes.
Huellas en el Ponte dei Pugni |
Ponte dei Pugni |
Compramos unas pizzas para llevar, y de paso descubrimos justo en frente un restaurante que parecía tener muy buena pinta...lo anotamos para cuando volviéramos en unos días.
Cenita en las mesas del camping y a dormir que al día siguiente comenzábamos nuestro Roadtrip por Eslovenia y Croacia.
Sin duda este día, o más bien esa tarde, Venecia nos había enamorado. Callejear sin sentido descubriendo rincones de la ciudad es una de las cosas que sin dudarlo hay que hacer en Venecia.
De hecho diría que mejor eso que meterse en los sitios tan masificado de turistas...pero como siempre digo "para gustos, colores".
18 SEPTIEMBRE DEL 2016
Llegamos desde Eslovenia ya entrada la noche, y tras el tute que nos habíamos dado, ni pensábamos ir a cenar a Venecia.
Llegamos al camping, dejamos las cosas y nos fuimos a cenar al restaurante que habíamos visto la otra vez.
Tuvimos que esperar como una media hora porque estaba a tope...pero sin duda mereció la pena, tanto por la comida como por el precio.
El restaurante es la Pizzeria Al Calesse, una opción totalmente recomendable si te alojas en Marghera.
19 SEPTIEMBRE DEL 2016
Ese día nos levantamos temprano, compramos alguna cosa en el supermercado del camping, un desayuno y nos fuimos hacia el aeropuerto para entregar el coche. Devolvimos el coche con el pequeño incidente que ya conté aquí y nos fuimos con nuestras tarjetas que habíamos comprado el primer día hasta la Piazzale de Roma.
Una vez allí nos dispusimos a pillar el vaporetto n°1 para recorrer el Gran Canal.
Nos hacía una ilusión enorme pillar el vaporetto, fuimos casi de los primeros que entramos y de repente más y más gente. Que barbaridad, era bestial la cantidad de gente que había en el barco, casi todos turistas como nosotros que se disponían a recorrer el Gran Canal en barco.
Por suerte, al entrar de los primeros pudimos medio acoplarnos al lado izquierdo del barco para poder ver algo, bueno más bien pude yo, porque Dani se quedo con la niña en medio del barco que había menos aglomeración.
Y así comenzamos el viaje por esta vía marítima viendo los palacios, casas y palacetes, algunos de ellos museos, más importantes del Gran Canal, al menos en su lado izquierdo, porque el lado derecho era imposible poder ver algo.
Comenzamos atravesando el puente de la Constitución, luego el de los descalzos, y así uno a uno.
La verdad que a pesar del agobio que me estaba entrando con tanto empujoncito de la gente, disfrute como una enana fotografiando y admirando la zona. Descubriendo la vida a través del canal.
El barco va lentísimo y tiene bastantes paradas donde a cada cual subía y subía cada vez más gente.
Pasamos por el casino, varios palacetes que ni se los nombres pero que llamaban mucho la atención, Ca' d'Oro, Ca' Pesaro y un montón de construcciones abismales e impresionantes, sin olvidar los pequeños canales que desembocaban en este Gran canal
Cada vez había más y más gente y era difícil hacer fotos, así que me relaje y pase de todo, hice unas cuantas y listos, disponiéndome a aislarme y no pensar en toda la gente que había para poder disfrutar como se merece este recorrido.
Una de las cosas que me resultaron curiosas por no estar acostumbrada era ver como en esta ciudad la vía marítima toma importancia, fijándome en los taxis, los barcos de transporte de mercancias, los barcos policías y hasta las ambulancias. Curioso y algo que, a pesar de poder ser una banalidad, resulta interesante para el que no esta acostumbrado
Y así poco a poco fuimos descubriendo las delicias de la ciudad hasta llegar al Puente de la Academia, que desde el barco se veía precioso todo de madera y con el fondo de La basílica de santa Maria de la Salute.
Por fin a punto de llegar al colofón final y que tanta ganas teníamos de ver que tras más de media hora de paseo...la gran plaza de San Marco estaba cerca, no sin antes pasar por más palacetes. Si es que las riberas de este Gran Canal es todo una obra maestra.
Por fin llegamos a la parada de San Marco, que junto con la del Puente de Rialto fue donde más se bajo la gente.
Justo antes de entrar a la gran plaza, como habíamos oído que dentro no se permitía sentar en escalones y demás, decidimos hacer un pequeño parón a pocos metros de ella para darle su 2º desayuno a Salma.
Allí sentados, mientra a Salma le dábamos un yogur y una fruta, pudimos observar la barbaridad de gente que había en esta zona, era una autentica locura, gente por todos lados, los trabajadores con carretillas gritando a medio pulmón pidiendo paso....UFFFFFFF, ya me estaba agobiando. Sin duda no nos dio esa buena impresión del primer día que callejeamos por varias zonas. Esto era demasiado tanto para nosotros y...peor aún para la niña.
Por fin entramos en la plaza de San Marcos y UUUUFFFFF por un lado tanta gente era un agobio, pero por otro lado Napoleón Bonaparte tuvo razón cuando dijo de ella "el salón más bello de Europa".
Una plaza inmensa donde se encuentran en pocos metros cuadrados una gran cantidad de historia y de arte.
Estuvimos un rato en la plaza haciendo el paripe, que si foto por allí, que si foto por allá, observando el gran espectáculo de los soportales, la Basílica de San Marco, el campanille, la torre dell' Orologio...
Tras hacer 5398 fotos, nos centramos y empezamos a mirar que hacer primero.
Primeramente íbamos hacía la Basílica de San Marco, pero había una cola inmensa...y a pesar de saber lo del truco de la mochila que comente en este post, no nos apetecía entrar con la barbaridad de gente que había, así que la dejamos para más tarde.
Viendo el panoráma que para todo había colas inmensas y como a Dani no le interesaba mucho entrar y la niña se lo estaba pasando bomba con las palomas y par de niños que había por allí decidimos que yo iría a hacer un tour medio rápido por el Museo Correr y el Palacio Ducal y decidimos separarnos y quedar en un punto en unas tres horas más o menos.
Así que me dispuse sola a recorrer ambos edificios. Primero me fui al Museo Correr porque sabía que casi no había colas y así podía sacar la entrada valida para el Palacio ducal que había algo más de cola...pero mi gozo en un pozo porque justo cuando llegué comenzó un simulacro de evacuación y nos dijeron que teníamos que esperar como tres cuartos de hora.
Así que plan B y único...esperar la cola del Palacio Ducal y como en 20-25 minutos por fin pude pagar la entrada y poder medio disfrutar del recorrido. Digo medio porque había tanta gente que era algo agobiante. Supongo que ese día habría muchísimos cruceros en escala porque no era normal.
En este impresionante palacio se escribió gran parte de la historia de República de Venecia, siendo un castillo fortificado en el siglo IX sede del gobierno de la república de Venecia que tras un incendio se reconstruyo para ser utilizado como prisión. Y desde 1923 se convirtió en museo dejando un legado importante para los ojos de los visitantes. Dentro hay obras de los pintores más famosos de Venecia como Veronés, Tiziano y Tintoretto.
Nada más entrar sales a un patio donde puedes admirar la arquitectura del sitio, en obras, pero impresionante.
Y desde el patio comienzas a visitar las diferentes dependencias.
Lo primero que hice fue meterme por las primeras escaleras que vi en el lado derecho, acabando en las famosas Scala d' Oro de Samsovino. Guauuuuu que preciosidad, uno no sabía a donde mirar para contemplar cada detalle, lo único que tenías que tener cuidado en no tropezar por las escaleras mientras mirabas al techo.
Una vez en la 2ª planta fui pasando de sala en sala llena de pan de oro, frescos, pinturas muchas de ellas remodeladas tras el incendio de 1574... y mucha, pero mucha gente.
Así fui paseando entre salones anodada de todo lo que estaba viendo mis ojos.
Nada más empezar con el salón del Scrutinio con unas dimensiones enormes te iba deleitando de la majestuosidad que se debía respirar en su época. Esta sala fue el espacio de una gran biblioteca, aunque luego dejo paso para ser lugar para las deliberaciones que se hacían para mantener la república de Venecia.
Otra sala con una decoración muy lujosa es la sala del Collegio donde se recibían a los embajadores extranjeros.
La sala del Senato donde se reunían los senadores.
Pero sin duda alguna, el salón que más destaca por su gran variedad de pinturas, frescos y monumentales dimensiones es la Sala del Maggior Consiglio donde el gran consejo de la república se reunía para aprobar leyes y también para engalonadas fiestas y banquetes.
Una de las cosas más llamativas de esta sala es la enorme pintura de Tintoretto "el paraíso", siendo al parecer catalogada como una de las pinturas más grandes del mundo.
Luego seguí recorriendo el recinto, subiendo y bajando encontrándome de todo, desde pinturas, restos arqueológicos, carros de combate...
Y por fin llego la parte de las prisiones, las famosas mazmorras desde donde Casanova logró fugarse, pasando junto con una gran multitud por una galería de túneles y mazmorras hasta pasar por el famoso puente de los Suspiros...por los últimos suspiros que daban los condenados al pasar por allí cuando eran condenados a muerte o a la privación de libertad; siendo estas pequeñas ventanas que estaban en el puente lo últimos rayos de luz que llegaban a ver sus antes de ser privados de sus vidas. Sin duda, por poner un poco de ironía, tenían unas últimas vistas preciosas😐.
Hay que tener en cuenta que se pasa rápido y no se puede parar para hacer fotos, ya que allí mismo esta un empleado que lo único que decía era que no se pararan...así que hay que preparar cámaras antes.
Seguí pasando por diferentes salas hasta salir y volver a entrar por otro lado para pasar al museo de la Opera con bastantes columnas y diferentes archivos.
Por último un par de fotos más al exterior y a sus famosas Scala dei Giganti custodiadas por Neptuno y Marte. No se porque pero estas escaleras estaban cerradas, supongo que era por las reformas que se estaban haciendo.
Di por finalizada la visita y salí otra vez a la plaza continuando haciendo fotos de la zona.
La visita merece la pena, perooooo, y siento ser repetitiva, tanta multitud en un espacio reducido a mi me agobia muchísimo. Había momentos que parecía que estaba en un concierto en vez de un museo por los embotellamientos que se formaban al entrar en las salas.
Como aún me sobraba tiempo antes de volver con mi maridin y mi nena, decidí aprovechar el ticket e irme al Museo correr, más que nada para ver su famosa librería que era lo que a mi me hacía ilusión.
Así que al entrar pase rápido por la zona del museo Correr viendo diferentes estancias, y el museo arqueológico con diferentes esculturas en donde me llamo la atención unos globos terraqueos (que me encantan esos globos) echando miradas rápidas a lo que me llamaba la atención hasta llegar a la librería Samsoviniana, llamada comúnmente biblioteca Marciana.
Esta biblioteca es una de las más antiguas con manuscritos del país y alberga una de las colecciones de textos clásicos más grandes del mundo.
Lástima que estuviera tan oscuro, apenas se podía apreciar bien las pinturas.
Di por terminada la visita y me fui a encontrarme con mi familia.
Sin duda se lo pasaron de fábula, tanto que a Dani se le fue un poco el baifo y se le ocurrio la gran idea para que la niña se divirtiera de chapotear en el agua que había estancada en la plaza.😌
Como vio que otros niños también lo hacia, pues le quita los zapatos y alla que estaba chapoteando en el aqcua alta...hasta que le vino un policia y le dijo que era agua de alcantarilla, jajajaja...Como no se lee nada, pues ni lo sabía, pensando que como era poca agua pues naaaaa. Como dice él, un pizquito de agua potable en los pies y aquí no ha pasado nada. Yo casi me exploto cuando me lo contó.
Aquí algunas imágenes de la nena pasándoselo pipa...
En fin...al menos no tuvo mutaciones ni nada raro 😌. Total, un poquito de agua de alcantarilla viene bien para que se inmunice 😋
Hicimos un par de fotos más a la zona y pensábamos entrar a San Marco, pero para variar las colas esas inmensas, los agobios, embotellamientos...que decidimos no entrar.
La verdad que ahora que estoy aquí escribiendo me arrepiento de no haber entrado, pero en ese momento estaba hasta las narices de tanta y tanta gente por todos lados.
Y por supuesto, en ese momento, ni en broma subimos al campanille. Aunque de eso me arrepiento menos😵
Nos hacía una ilusión enorme pillar el vaporetto, fuimos casi de los primeros que entramos y de repente más y más gente. Que barbaridad, era bestial la cantidad de gente que había en el barco, casi todos turistas como nosotros que se disponían a recorrer el Gran Canal en barco.
Por suerte, al entrar de los primeros pudimos medio acoplarnos al lado izquierdo del barco para poder ver algo, bueno más bien pude yo, porque Dani se quedo con la niña en medio del barco que había menos aglomeración.
Y así comenzamos el viaje por esta vía marítima viendo los palacios, casas y palacetes, algunos de ellos museos, más importantes del Gran Canal, al menos en su lado izquierdo, porque el lado derecho era imposible poder ver algo.
Comenzamos atravesando el puente de la Constitución, luego el de los descalzos, y así uno a uno.
La verdad que a pesar del agobio que me estaba entrando con tanto empujoncito de la gente, disfrute como una enana fotografiando y admirando la zona. Descubriendo la vida a través del canal.
El barco va lentísimo y tiene bastantes paradas donde a cada cual subía y subía cada vez más gente.
Pasamos por el casino, varios palacetes que ni se los nombres pero que llamaban mucho la atención, Ca' d'Oro, Ca' Pesaro y un montón de construcciones abismales e impresionantes, sin olvidar los pequeños canales que desembocaban en este Gran canal
Cada vez había más y más gente y era difícil hacer fotos, así que me relaje y pase de todo, hice unas cuantas y listos, disponiéndome a aislarme y no pensar en toda la gente que había para poder disfrutar como se merece este recorrido.
Una de las cosas que me resultaron curiosas por no estar acostumbrada era ver como en esta ciudad la vía marítima toma importancia, fijándome en los taxis, los barcos de transporte de mercancias, los barcos policías y hasta las ambulancias. Curioso y algo que, a pesar de poder ser una banalidad, resulta interesante para el que no esta acostumbrado
Y así poco a poco fuimos descubriendo las delicias de la ciudad hasta llegar al Puente de la Academia, que desde el barco se veía precioso todo de madera y con el fondo de La basílica de santa Maria de la Salute.
Puente de la Academia con la basílica de Santa Maria de la Salute al fondo |
Puente de la Academia |
Santa Maria de la Salute |
Justo antes de entrar a la gran plaza, como habíamos oído que dentro no se permitía sentar en escalones y demás, decidimos hacer un pequeño parón a pocos metros de ella para darle su 2º desayuno a Salma.
Allí sentados, mientra a Salma le dábamos un yogur y una fruta, pudimos observar la barbaridad de gente que había en esta zona, era una autentica locura, gente por todos lados, los trabajadores con carretillas gritando a medio pulmón pidiendo paso....UFFFFFFF, ya me estaba agobiando. Sin duda no nos dio esa buena impresión del primer día que callejeamos por varias zonas. Esto era demasiado tanto para nosotros y...peor aún para la niña.
Por fin entramos en la plaza de San Marcos y UUUUFFFFF por un lado tanta gente era un agobio, pero por otro lado Napoleón Bonaparte tuvo razón cuando dijo de ella "el salón más bello de Europa".
Una plaza inmensa donde se encuentran en pocos metros cuadrados una gran cantidad de historia y de arte.
Estuvimos un rato en la plaza haciendo el paripe, que si foto por allí, que si foto por allá, observando el gran espectáculo de los soportales, la Basílica de San Marco, el campanille, la torre dell' Orologio...
Haciendo el chorra con el campanille detrás |
La impresionante Basílica de San Marco |
Torre dell' Orologio |
Tras hacer 5398 fotos, nos centramos y empezamos a mirar que hacer primero.
Primeramente íbamos hacía la Basílica de San Marco, pero había una cola inmensa...y a pesar de saber lo del truco de la mochila que comente en este post, no nos apetecía entrar con la barbaridad de gente que había, así que la dejamos para más tarde.
Viendo el panoráma que para todo había colas inmensas y como a Dani no le interesaba mucho entrar y la niña se lo estaba pasando bomba con las palomas y par de niños que había por allí decidimos que yo iría a hacer un tour medio rápido por el Museo Correr y el Palacio Ducal y decidimos separarnos y quedar en un punto en unas tres horas más o menos.
Así que me dispuse sola a recorrer ambos edificios. Primero me fui al Museo Correr porque sabía que casi no había colas y así podía sacar la entrada valida para el Palacio ducal que había algo más de cola...pero mi gozo en un pozo porque justo cuando llegué comenzó un simulacro de evacuación y nos dijeron que teníamos que esperar como tres cuartos de hora.
Así que plan B y único...esperar la cola del Palacio Ducal y como en 20-25 minutos por fin pude pagar la entrada y poder medio disfrutar del recorrido. Digo medio porque había tanta gente que era algo agobiante. Supongo que ese día habría muchísimos cruceros en escala porque no era normal.
En este impresionante palacio se escribió gran parte de la historia de República de Venecia, siendo un castillo fortificado en el siglo IX sede del gobierno de la república de Venecia que tras un incendio se reconstruyo para ser utilizado como prisión. Y desde 1923 se convirtió en museo dejando un legado importante para los ojos de los visitantes. Dentro hay obras de los pintores más famosos de Venecia como Veronés, Tiziano y Tintoretto.
Nada más entrar sales a un patio donde puedes admirar la arquitectura del sitio, en obras, pero impresionante.
Y desde el patio comienzas a visitar las diferentes dependencias.
Lo primero que hice fue meterme por las primeras escaleras que vi en el lado derecho, acabando en las famosas Scala d' Oro de Samsovino. Guauuuuu que preciosidad, uno no sabía a donde mirar para contemplar cada detalle, lo único que tenías que tener cuidado en no tropezar por las escaleras mientras mirabas al techo.
Scala d'Oro |
Así fui paseando entre salones anodada de todo lo que estaba viendo mis ojos.
Nada más empezar con el salón del Scrutinio con unas dimensiones enormes te iba deleitando de la majestuosidad que se debía respirar en su época. Esta sala fue el espacio de una gran biblioteca, aunque luego dejo paso para ser lugar para las deliberaciones que se hacían para mantener la república de Venecia.
Sala del Scrutinio |
Otra sala con una decoración muy lujosa es la sala del Collegio donde se recibían a los embajadores extranjeros.
Sala del Collegio |
La sala del Senato donde se reunían los senadores.
Sala del Senato |
Pero sin duda alguna, el salón que más destaca por su gran variedad de pinturas, frescos y monumentales dimensiones es la Sala del Maggior Consiglio donde el gran consejo de la república se reunía para aprobar leyes y también para engalonadas fiestas y banquetes.
Sala del Maggior Consiglio |
El paraiso de Tintoretto |
Luego seguí recorriendo el recinto, subiendo y bajando encontrándome de todo, desde pinturas, restos arqueológicos, carros de combate...
Y por fin llego la parte de las prisiones, las famosas mazmorras desde donde Casanova logró fugarse, pasando junto con una gran multitud por una galería de túneles y mazmorras hasta pasar por el famoso puente de los Suspiros...por los últimos suspiros que daban los condenados al pasar por allí cuando eran condenados a muerte o a la privación de libertad; siendo estas pequeñas ventanas que estaban en el puente lo últimos rayos de luz que llegaban a ver sus antes de ser privados de sus vidas. Sin duda, por poner un poco de ironía, tenían unas últimas vistas preciosas😐.
Hay que tener en cuenta que se pasa rápido y no se puede parar para hacer fotos, ya que allí mismo esta un empleado que lo único que decía era que no se pararan...así que hay que preparar cámaras antes.
Pasadizos hacia los calabazos del palacio Ducale |
Vista desde el puente de los Suspiros |
Museo de la Opera |
Scala dei Gigante |
La visita merece la pena, perooooo, y siento ser repetitiva, tanta multitud en un espacio reducido a mi me agobia muchísimo. Había momentos que parecía que estaba en un concierto en vez de un museo por los embotellamientos que se formaban al entrar en las salas.
Las columnas de San Teodoro y el león de San Marco |
La iglesia de San Giorgio Maggiore desde el embarcadero del palacio Ducal |
Así que al entrar pase rápido por la zona del museo Correr viendo diferentes estancias, y el museo arqueológico con diferentes esculturas en donde me llamo la atención unos globos terraqueos (que me encantan esos globos) echando miradas rápidas a lo que me llamaba la atención hasta llegar a la librería Samsoviniana, llamada comúnmente biblioteca Marciana.
Esta biblioteca es una de las más antiguas con manuscritos del país y alberga una de las colecciones de textos clásicos más grandes del mundo.
Lástima que estuviera tan oscuro, apenas se podía apreciar bien las pinturas.
Biblioteca Marciana |
Sin duda se lo pasaron de fábula, tanto que a Dani se le fue un poco el baifo y se le ocurrio la gran idea para que la niña se divirtiera de chapotear en el agua que había estancada en la plaza.😌
Como vio que otros niños también lo hacia, pues le quita los zapatos y alla que estaba chapoteando en el aqcua alta...hasta que le vino un policia y le dijo que era agua de alcantarilla, jajajaja...Como no se lee nada, pues ni lo sabía, pensando que como era poca agua pues naaaaa. Como dice él, un pizquito de agua potable en los pies y aquí no ha pasado nada. Yo casi me exploto cuando me lo contó.
Aquí algunas imágenes de la nena pasándoselo pipa...
En fin...al menos no tuvo mutaciones ni nada raro 😌. Total, un poquito de agua de alcantarilla viene bien para que se inmunice 😋
Hicimos un par de fotos más a la zona y pensábamos entrar a San Marco, pero para variar las colas esas inmensas, los agobios, embotellamientos...que decidimos no entrar.
La verdad que ahora que estoy aquí escribiendo me arrepiento de no haber entrado, pero en ese momento estaba hasta las narices de tanta y tanta gente por todos lados.
Y por supuesto, en ese momento, ni en broma subimos al campanille. Aunque de eso me arrepiento menos😵
Así que unas fotitos para el recuerdo y ya veríamos lo que hacíamos que se acercaba la hora del almuerzo.
Tras esto, no sabíamos que hacer. Por un lado estábamos algo agobiados de tanta gente y queríamos salir de la ciudad corriendo; pero por otro pensamos ir a ver Santa Maria de la Salute o a la pequeña isla de San Giorgio para ver su iglesia y desde allí subir a su famoso campanille donde según decían había menos aglomeración de gente y había vista de pájaro hacía la plaza de San Marco.
Al final descartamos estas opciones para dejarlas para el día siguiente.
Como en el museo Correr había perdido el mapa, decidimos ir a la oficina de turismo de Venezia Unica que esta justo en la entrada de la gran plaza, ya que teníamos otro mapa. pero algo más cutrillo.
Cual fue nuestra sorpresa que en la oficina de turismo se pagaba por todo...nos quedamos impresionados, hasta por un mapa pagabas. Al final pasamos de comprar nada, pero le preguntamos donde estaba la famosa librería de Acqua Alta que tanto había oído nombrar, para que nos lo indicaran en el mapa.
Ya eran horas de comer, así que decidimos hacer algo que nos gusta, callejear y callejear hacía el norte de San Marco y buscar un sitio para comer algo.
Nos decidimos por un buffet tipo japonés donde sin ser demasiado barato, mereció algo la pena, aunque al final entre el cubierto y no se que cosa más fue una pequeña clavada en comparación a los precios que indicaban fuera. Mira que ya lo tenía apuntado...pero las ganas de comer eran mayores jejej.
Mientras comíamos estuvimos pensando que hacer, seguir en Venecia y ver cosas que nos llamaban la atención como la librería y pasear por la zona del Guetto y Cannaregio...pero al final decidimos irnos de allí para ir a la famosa isla de las casas de colores, la isla de Burano.
A mi personalmente me hacía especial ilusión visitar esta isla, y ya que estaba aquí... pues ya teníamos plan para la tarde.
Tras comer y relajarnos un poco en este ajetreado día que estaba resultando, fuimos andando sorteando callejuelas hasta la parada de Fondamente Nuove para pillar la línea 12 de vaporetto que llega hasta allí.
Al menos el barco no iba apenas lleno, de hecho todos los pasajeros tenían asiento, nada que ver con lo de esta mañana. Para nosotros era buena señal, puede que la isla no estuviera tan masificada y tuvimos razón.
Tras unos 45 minutos en barco y con varias paradas en la isla de Murano, por fin llegamos a Burano. Tanto tiempo y eso que esta a apenas 7 Km de Venecia...pero los barcos es lo que tiene...despacito y sin prisa.
Nada más bajar nos dirigimos a la calle principal, aunque realmente para ver las casas de colores se podían ver por todos lados.
Burano es una de esas pequeñas islas que merece la pena visitar, y no solo en su calle principal, sino en cualquiera de su entramado de callejuelas en donde no falta ni un solo color para deleitarse. Casa fucsias, rosas, verdes, violetas, amarillas, azules, rojas con un sinfín de tonalidades le da al lugar un aire marinero muy especial con toques carnavaleros, como si viviera siempre esa gran fiesta.
Al parecer las casas fueron pintadas de colores porque en invierno y con la gran neblina que suele haber en la zona, resultaba más fácil para los marineros que venían de la mar orientarse para encontrar sus respectivas casas. Leyendas reales o menos ciertas, el caso que el espectáculo está servido.
Casas de colores de Burano |
Estuvimos por la calle principal, en la BALDASSARE GALUPPI, la calle más comercial y la principal de Burano aunque no por ello la más bonita. Al final de la calle está la plaza donde se encuentra la iglesia y el museo del merletti (el museo de encajes) que nosotros no entramos porque se encontraba cerrado.
Estuvimos paseando sin rumbo, perdiéndonos entre sus callejones en donde menos multitud había y haciendo un poco el tonto sacándonos fotos sobre todo con las casas fucsias que tanto le llamaban la atención a Salma.
Y seguimos dando vueltas subiendo y bajando puentes. La verdad que a pesar de ser turístico, daba gusto pasear por sus calles, ya que no hay tanta gente como en Venecia.
Era increíble la gran cantidad de colores que había repartido por todas las calles. Entre los colores, los pequeños canales y los puentes le daban un aire especial que te daba la sensación de alegría y paz a partes iguales... Era una maravilla.
Seguimos sin rumbo fijo hasta que encontramos el famoso campanario torcido de la iglesia de San Martin cerca de la que creo que es la única plaza de la isla. Lastima que no se pudiera visitar.
Nos tomamos un descansito para darle la merienda a Salma y volvimos a callejear con la intención de encontrar la famosa casa Bepi.
La casa es bastante original, con una fachada llena de colores y dibujos geométricos.
La historia cuenta que el dueño estaba siempre pintando la fachada de diferentes colores y la iba cambiando continuamente, regalando a la mirada de los turistas instantáneas diferentes. Tras su muerte, decidieron darle un homenaje y hacer un original dibujo en la fachada de una de sus pinturas.
Seguimos dando vuelta y decidimos darnos un homenaje con sus bussolai buranelli, unos roscos típicos de Burano. Ya de paso también probamos unas galletas rellenas de crema de albaricoque que estaban de rechupete.
Y ya era hora de seguir hacia la parada de vaporetto despidiéndonos de esta islita con mucha nostalgia.
SI QUIERES LEER EL DIARIO COMPLETO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR COMENTAR